Durante el mes de mayo hemos disfrutado de un cursillo de joyería bajo la tutela de Toni Sánchez.

Nuestros trabajos de pasta roja, mimbre, pequeñas lozas de los testeros talaveranos o de Puente, las “brillantes gotas de Julieta” se han visto vestidas por el metal dorado.

Alianzas y jaulas dan lugar a anillos y broches que serán lucidos con orgullo y  alegría en las noches frescas del verano.

Las manos han hecho realidad la joyas dibujadas en nuestras mentes: la piedra encontrada y guardada con nostalgia, el fósil de aquella excursión a la prehistoria, las pruebas en los talleres de la Escuela de las que nos enamoramos, el trocito de aquella taza antigua donde desayunaba el abuelo,  TODO  es válido y entrañable.

El latón, nuevo material, dócil con las herramientas adecuadas, buen compañero para nuestro barro ha abierto una puerta llena de posibilidades.

Gracias Toni por tu paciencia y maestría. Gracias Julieta por hacerlo posible.